El cuerpo de la joven androide se tensó entre sus brazos, y las palmaditas que le dio en la cabeza no eran precisamente un cariño, pero algo es algo...
Amadeus no tardó en apartarla con delicadeza, respondiendo a las insonoras súplicas de Sayuri, y poniéndola de camino hacia las torres. No se resistió y se dejó guiar por el vampiro. Aunque no había hecho comentarios, le había gustado lo que dijo de los humanos...y lo de que ella no era normal, fue divertido! De todas formas, ya era demasiado normal en el mundo real... serlo también allí sería un suplicio.
- Uuu~ ¿no te gustan los abrazos, Sayuri? - una pregunta de la que, en realidad, ya poseía una clara respuesta. Giró la cabeza para mirarla mientras seguía caminando hacia adelante asida por Amadeus.