- Me abuuurroooo...- dijo Christi, jugueteando con el lápiz frente a su escritorio.

- Tengo que estudiar, deja de distraerme! - le ordenó, Coraline, cogiendo el lápiz para continuar con sus tareas.

- Venga, andaa!! Estudia después! Vayamos a la terraza - sugirió Christi emocionada. - aquí hace calor y te va a salir humo de la cabeza. Te vendrá bien descansar un rato...porfis porfiiiissss - rogó. Coraline suspiró antes de rendirse ante sus súplicas.

- Bien! VÁMONOS YA!

Así fue como acabó allí. Salió a la terraza y la recibió una bocanada de aire fresco. Coraline agradeció que Christi lograse convencerla, en verdad, le sentaba bien el cambio. Se acercó a la barandilla y cerró los ojos disfrutando del momento. Como se alegraba de haber decidido acudir a aquel internado, después de todo...

Era hora de descansar para mi, después de unas insoportables clases teniendo que responder cosas que no me interesan y teniendo que hacer caso a algún que otro compañero ahora tendría un feliz descanso tomándome algo.

Por lo tanto con uniforme aun colocado y mi portátil en su bolsa me dirigí hacia el lugar, todo el lujo que este poseía en su interior era bastante interesante, pero nada de mi interés como siempre, por lo que fui directo a la terraza, donde había una brisa agradable mucho mas reconfortante que las cosas por la parte interior.

Enseguida agarre un asiento cercano a la barandilla dándome unas buenas vistas al bosque que nos rodeaba, algo que tenia que explorar por si encontraba alguna pista del otro mundo.

Decidido saque mi portátil de la funda y comencé a mirar datos de programas por Internet, intentando mejorar todavía mas su capacidad. Además mientras hacia eso abrí un reproductor de música, poniendo erróneamente el volumen al máximo haciendo que tuviera la gente que escuchar los dos primeros segundos de una canción, aunque enseguida reduce el volumen a uno que no molestara a la gente.

-Perdonen!-Grite para que todo el mundo me escuchara, para que nadie se acercara a quejarse y tener que comenzar con una conversación-Solo tuve un fallo de calculo…-Termine musitando cuando nervioso me levantaba y acercaba mas a la barandilla para ver el bosque y alejar la cabeza de mi error.

Coraline, aunque absorta en sus momentos de paz, sintió como alguien se sentaba en una mesa no muy lejos de donde estaba ella, pero no se giró...sólo hasta que escuchó como comenzaba a sonar música a su derecha, haciéndola mirar.
Ésta provenía del portátil de un joven de cabellos azules que, apresuradamente, bajó el volumen de la música y se disculpó a los presentes ante los que no había pasado desapercibido su desliz.

Coraline, acercándose una mano a los labios, soltó una risita, más audible de lo que hubiese querido...

Tras mi error escuche a mi lado una risita, enseguida me voltee para ver la espalda de una mujer que estaba mirando el paisaje, la verdad es que me sonaba esa espalda... oh! Si, esa chica era de mi clase…

Entonces; Si no le hablaba quedaría como un patoso ante todo el mundo, pero si le hablaba tenia que riesgo de tener que seguirle hablándole durante mucho tiempo y la verdad es que tampoco me apetecía demasiado, pero finalmente decidí que seria mejor hablarle.

Después de un suspiro para concentración me levante de la silla mientras me dirigía directo hacia ella, colocándome a su lado, entonces mirando el paisaje sonreí mientras dije lo primero no borde que se me paso por la mente.

-Bonito paisaje no? Esta… Cor… Co… Como te llamabas?-Al terminar de hablar me volteé hacia ella con un ligero signo de duda en mi rostro, ya que era normal que no recordara el nombre de todos mis compañeros y mas yo, que no me interesaba absolutamente para nada.

Por el rabillo del ojo pudo ver como el chico se levantaba y caminaba en dirección a ella. No pudo evitar ponerse nerviosa…venía hacia allí, seguramente le hablaría y Coraline no tenía ni idea de cómo entablar una conversación sin meter la pata! Agachó ligeramente la cabeza, ocultando el rostro bajo su flequillo, y empezó a juguetear con los dedos, histérica.

<< Oh! Por favor! >>, La riñó Christi << Sólo te falta temblar Ò.Ó>>.
<< No puedo…todavía no…>>, contestó en susurros.

En lo que iba de conversación, el muchacho ya había llegado a su lado y le había preguntado su nombre. Christi tomó veloz posesión del cuerpo. Éste dejó de moverse inquieto y ella sonrió de lado antes de girar la cabeza rápidamente hacia el chico, retirando el pelo de su cara. Aprovechó unos segundos antes de contestar para calarlo lo mejor posible. Le conocía de clase, como olvidar aquel cabello,…y en aquel momento por su lenguaje corporal no tenía muchas ganas de estar allí. Aunque muy buena interpretando los gestos, Christi se preguntaba por qué le estaba hablando entonces.

- Coraline - contestó, simplemente. No necesitaba más. - y si no recuerdo mal…tú eres…Mm…Matt? - estaba segura de que así se llamaba, pero fingió dudarlo un poco.

Una sonrisa apareció en la chica un momento antes de que se volteara a mirarme a la vez que con una mano retiraba un poco de pelo que se había movido asta su rostro. Yo me limite a mirarla manteniendo mi duda asta que por fin llego a responder,

- Coraline –Respuesta simple y concisa, algo que me gustaba ya que significaría que no me pasaría casi rato manteniendo una conversación, seria algo corto y tal vez productivo - y si no recuerdo mal…tú eres…Mm…Matt?-Termino añadiendo a su habla, me limite a sonreír amablemente como siempre mientras de verdad mi mente buscaba alguna forma no borde de responder.

-En efecto Matthew Mader, del club de informática-Comente rápidamente en un tono amable, con la verdadera intención de simplemente ahorrarme algunos puntos de conversación simples.

-Que mal, tu recuerdas mi nombre y yo no?-Comente mientras echaba mi zurda sobre la barbilla fingiendo pensar en algo-De acuerdo! Entonces para igualarlo, dime cualquier cosa para que recuerde-Termine comentando mientras echaba la mano de la barbilla para echarla a la barandilla y mientras desviaba la vista hacia el cielo sonriendo.

Y a que se debe que hagas estas estupideces ahora Matt?-Me comente a mi mismo, teniendo por primera vez solo quejas de mi mismo y no de la persona con la que hablaba.

Le sorprendió un poco lo que dijo. Se imaginaba que la conversación seguiría un camino más trivial dentro de los requisitos mínimos, por así decirlo, ya saben...nombre, como te van las clases, si las apruebas todas o no... totalmente insustancial, pero esa pregunta se salía del patrón. ¿Eran erróneas sus conjeturas? Si así era, iba a averiguarlo.
Christi se echó hacia atrás agarrada de la barandilla, soltando una sonora, pero corta risa.

- Una proposición interesante...creo que me conformaría con que recordaras mi nombre, pero...déjame que piense - dijo, e imitándole, se tocó la mejilla con el índice, pensativa. Lo que asomó entre sus maquinaciones era un tanto atrevido, pero le serviría - Oh! Ya sé! puedes recordar que mi rincón favorito del instituto es la azotea, así sabrás donde encontrarme ya que no hablamos mucho en clase - soltó, sonriendo - Aunque...no pareces ser de los que les gusta hablar ¿me equivoco? - añadió, cruzando los brazos sobre la barandilla y apoyando la cabeza sobre ellos, para observar al muchacho desde otra perspectiva.

Facciones afiladas, nariz pequeña y unos grandes ojos azules que vistos de perfil perdían color. Nada de lo que pudiese deducir algo importante.

Al escucharme la chica parecía algo animada, al menos por la acción física que había echo que consistía en retroceder su cuerpo mientras se mantenía agarrada de la barandilla y claro además una corta risita salio por su boca, después de esto ya llego a hablar.

- Una proposición interesante...creo que me conformaría con que recordaras mi nombre, pero...déjame que piense –Y en este momento su mejilla fue acariciada por su dedo índice mostrándose pensativa, yo me limitaba a mirarla con una sonrisa en mi rostro fingiendo estar divertido con lo que pasaba- Oh! Ya sé! puedes recordar que mi rincón favorito del instituto es la azotea, así sabrás donde encontrarme ya que no hablamos mucho en clase –En ese momento sonrió, y antes de darme tiempo a pensar un comentario continuo hablando. - Aunque...no pareces ser de los que les gusta hablar ¿me equivoco? – Y continuando con sus movimientos cruzo sus brazos sobre la barandilla y apoyo su cabeza en ellos continuando entonces mirándome.

Parece lista-Pensé al escuchar su ultimo comentario, se había dado cuenta de un aspecto importante en mi, uno que estaba oculto a todo el mundo y que lo seguiría estando.

-Que va, simplemente no suelo tener la oportunidad de hablar con la gente, estoy siempre tan ocupado-Comente, dejando al aire con que estaba ocupado sin ganas de pensar realmente en eso.

Y cambiando yo también de posición, apoyé el codo izquierdo sobre la barandilla y en la mano apoyé mi cabeza estando entonces en perfecta perspectiva para mirar a Coraline.

-Y por cierto, espero verte aquí después de clases mas a menudo-Comente sonriente, mientras pensaba totalmente lo contrario-Tal vez tenga que adoptar este sitio también como mi favorito, si no te molesta, claro-Le dije manteniéndome social y sonriendo, aunque la verdad, como muchísimas veces en mis palabras era todo lo contrario, ya que mi lugar favorito era el otro lado del espejo, fuera de este mundo.

Me mantuve mirándola, sonriendo amistoso.

El ligero temblor de su párpado izquierdo, lo delató. Christi seguía sin entender que es lo que el muchacho pretendía, lo que hacía que su curiosidad y sus ansias de saber crecieran por momentos. Afinó los ojos y lo miró fijamente unos segundos esperando alguna reacción involuntaria que resolviera el misterio.

<< La comisura, Christi >>, le susurró Coraline después de haber permanecido en silencio toda la conversación. Echó un vistazo rápido y disimulado con un parpadeo al dato que se le escapaba. La comisura de los labios también le temblaba. Estaba forzando la sonrisa, pero el temblor era fugaz y casi imperceptible...
<< Está acostumbrado a este tipo de situaciones >>
<< Das miedo...>>
<< DAMOS miedo, en plural. Compartimos "casa" ¿recuerdas? >>

Christi optó por disimular, como casi siempre. Si seguía utilizando sus deducciones para conducir la conversación a donde ella quería, Matt podría... incluso, asustarse.

- ¡Genial, entonces! - dijo al fin, intentando retrasarse lo menos posible. Cuanto más tardase, más tiempo le daría al chico para pensar - Ya ves que este sitio no es nada privado...- le indicó con un amplio movimiento de su brazo derecho -...creo que puedo compartirlo. - acabó, sonriendo y ladeando la cabeza. Sus largas coletas ondearon en el aire unos segundos antes de volver a su posición.