Infierno, hogar de las almas pecadoras, descrito como el
lugar más horrible y temible del mundo y más allá. Las almas que en vida
cometieron pecados abominables terminan en este lugar donde serán castigados por
la eternidad. Pero, ¿existe la posibilidad de escapar de aquel lugar? Según
muchos mitos y leyendas: es imposible.

Pero en el infierno corre la
leyenda, el mito, la historia de que un grupo de almas consiguió escapar de este
funesto destino, consiguiendo engañar a sus guardianes. Este grupo de almas se
dividió, pero existieron tres almas excepcionales que se marcaron por lo oscuro
de sus pasados y personalidades, estas almas junto a un pequeño grupo de
seguidores fundaron un pueblo. Una ciudad abandonada fue su punto de partida y
con el paso del tiempo consiguieron crear su propio Infierno Celestial, liderado
por estas tres almas.

La organización del pueblo se encuentra repartida
en un Triunvirato. Scarlett D’Laurent, Rukia Kuchiki y Ángelo Lazzeri, las tres
almas encargadas de mantener el orden en su pueblo. La voz más fuerte es la de
D’Laurent, líder indiscutible de La Orden, su mano derecha Kuchiki, una mujer
fría y calculadora que toma las decisiones más triviales o las más difíciles y
Lazzeri, el impulsivo y castigador Lazzeri, encargado de los castigos y que la
ley de La Orden se cumpla.

La Orden, los tres, tienen a sus propios
subordinados, su apoyo. Los miembros de La Orden son afines a las personalidades
de sus jefes y se encargan de vigilar que la voz de sus líderes se escuche
fuerte y clara, sin dudar en ocupar todo el peso de su poder sobre los
habitantes de Heavenly Hell.

Dentro del pueblo, las almas se dividen en
distintos rangos.

Las fugitivas, aquellas almas que lograron escapar de
las llamas del infierno. Y entre ellas hay unas cuantas almas que buscan
redimirse y así poder llegar al cielo.

Las almas perdidas, aquellas almas
que en un inicio estaban destinadas al cielo pero camino a este se perdieron.
Entre ellas también están las almas corrompidas, almas que al llegar a Heavenly
Hell se volvieron malvadas y pecaminosas.

Cada una de estas almas
desempeña un papel vital en los engranajes de Heavenly Hell, ya sea como
trabajadores de campo, en los moteles, en el bar o como subordinados de algún
miembro de La Orden. Cada alma tiene un deber en el pueblo: si quieren comer y
“vivir” dignamente deben de trabajar.

¿Estas dispuesto a servir a La
Orden o trabajar en las Tierras Infertiles que rodean Heavenly Hell? Al final,
es tu decisión y esta podrá afectar tu "vida" de muchas distintas
formas.