- Jo, Coraline…- refunfuñó Christi.- ¿no te gustaba más la habitación Hell? Es…tenebrosa!
Un escalofrío le recorrió la espalda y se rió. Le encantaba el terror y pasar miedo, la sensación de excitación que producía. Coraline rió débilmente…
- ¿Qué tiene de malo esta? Parece una peli de vampiros...y es roja.
- Ya, bueno…no está mal…
- ¡Deja de quejarte! Además, ¿no has tenido suficiente con elegir los datos del juego? - la regañó Coraline.
- …eje..je…- Christi rió algo avergonzada, frotándose la nuca con una mano. Cerró el portátil y se tumbó boca abajo en su cama. Las maletas ya estaban desechas, la estantería llena de libros de Stephen King, algunos de fantasía varia y uno romántico que llamó extrañamente su atención, los cascos sobre la mesa de noche y el iPod cargando. Sólo faltaba colgar un poster de su grupo favorito…pero le daba vergüenza. -Yo lo colgaría…- opinó, a lo que Coraline ni se dignó a contestar.
Sintiéndose ignorada, Christi se dio la vuelta, quedando boca arriba, se impulsó con las piernas para levantarse de la cama, agarró el mp3 al vuelo y se dirigió a la puerta.
- ¿A dónde vamos? - preguntó Coraline, confusa.
- Ya verás…- dejo Christi sonriendo perversamente.
Segundos después recorría los pasillos de Angel’s Grace Highschool.