Y alli estaba.
Sentado en una silla, esperando a los chicos o chicas que les interesara formar ese grupo que tanto ansiaba. Llevaba alli ya unos 2 meses y esperaba que hubiera gente suficiente. El cartel que puse lo elabore especialmente para que se entendiera bien, solo habia que tener ganas e instrumento propio, a excepcion del bajo, que ese era mio. No le habia pedido permiso a ningun profesor ni al director, asique esperaba que no entrara ningun profesor.


Llevaba alli mucho rato esperando y nadie llegaba,estaba bien claro, aula insonorizada a las 19:30 despues de todas las clases. eran ya las 20:00 horas y nadie llegaba, asique decidi esperar media horita mas y si nadie venia pues decidiria irme y ya mañana seria otro dia.

- ¿LLEGO A TIEMPO? Es que acabo de ver...lo - Christi entró en el salón de Música como un rayo, agarrando con fuerza el asa de su guitarra. Pero al ver tras sus puertas, se quedó casi atónita.

Estaba vacío, desierto...sólo había un chico. ¿No había acudido nadie? Y eso que se había sofocado creyendo que no encontraría plazas si no se daba prisa.
Christi observó al muchacho. No tenía pinta de muy animado... si era él el que había colgado esos carteles, no le extrañaba nada que, visto lo visto, se viese decepcionado.
Suspiró suavemente esbozando una media sonrisa con amabilidad y fue a sentarse a la butaca del piano que ya tanto conocía, pero de espaldas al mismo. Apoyó la guitarra en el suelo, entre sus piernas, y cruzó los brazos a la altura del clavijero, poniéndose cómoda.

- ¿Llevas mucho tiempo esperando? - le preguntó. Seguro que sí... pero tenía que entablar conversación rápido mientras esperaban o Coraline la volvería loca con sus pegas, pros y contras de meterse en un grupo de música...
Vamos...que le daba miedo subir a un escenario...

-Pues aunque fuera solo por joder, me largaría para hacerle esperar mas- musitó entonces una voz de repente, con tal de sobresaltarla, hacerla gritar de puro horror, pese a pasarse aquello de natural, tras la chica bipolar a la que nunca antes había visto. Y lo mismo podía decir del otro chico, el cual parecía haber montado todo aquello del cartel que había leído.
Todo aquello, que sin duda alguna, poco éxito estaba teniendo, siendo sinceros con uno mismo...
-Pero ya me has hecho subir las escaleras- terminó, dando un par de pasos hacia delante para ponerse al lado de aquella chica de larga melena rubia recogida en dos lindas coletas.
Frunció el ceño, molesta a saber por qué, y desvió la mirada hacia una esquina del techo, donde no pudiera fijarla en miradas ajenas con tal de no perturbarlas.
No era culpa de nadie que su dia a dia se basara en sentirse de mala leche hasta poder complacerse a si misma torturando a algún chico, y el tener uno en frente...
El caso era que no podría frenarse durante mucho tiempo.
Al parecer iba a ser guitarrista eléctrica, o eso podrían deducir aquellos dos estudiantes por la guitarra que llevaba atada a su espalda y que no tardó en desatarla quitándose al fin el peso de encima, cogiéndola por el mástil y posándola sobre el suelo.