Al fin se había quedado sola.
A aquellas horas absolutamente todo el mundo estaba o en el comedor o en la cafetería del centro, desayunando quizás no tan tranquilamente como ella, siguiendo una seguramente aburrida rutina antes de iniciar las incluso mas agobiantes clases.
Pero a ella nunca le había gustado estar en aquellos sitios en donde la gente o se acumulaba en la barra o en la cola en el mejor de los casos, llenando de pedidos a la pobre camarera, o cocinera.
Además, las cosas que mas le gustaban siempre se acababan antes de que pudiera siquiera llegar a despertarse, ya que por lo general solía hacerlo tarde, y... ¿para qué ir observando y olfateando aquella sabrosa comida si no podría probar lo que mas ansiaba?
Suspiró, sosteniendo entre sus manos, haciendo mas fuerza con una que con la otra a causa de que en una de las muñecas, la vendada, aun le faltaban las fuerzas, la taza, mientras estaba de pie ante la gran cristalera que constituia toda la pared del fondo, observando el exterior mientras una leve brisa matutina podía entrar.
Eran las siete de la mañana, y debía tener una cara de muerta total..., pese a haber pasado toda la noche, su cuerpo de estudiante, descansando por el río del infinito mientras el de su avatar se divertía en aquel segundo instituto.

Se levanto de la cama tarde, a eso de las 6:50, se vistio y cojio su skate, su idea era esconderlo y cojerlo rapidamente al acabar sus clases, camino por los pasillos lentamente con sueño, seguramente tendria cara de sueño, llego a la cafeteria, estaba abarrotada asique salio y se dirijio hacia el salon, por no desayunar un dia no pasa nada, alli estaba solo, se sento y se fijo en que habia unha chica mirando el paisaje por la cristalera, tenia el pelo naranja y una mano vendada, parecia triste, me acerque con el skate en la mano y le hable intentado que no se notara el sueño

Hola

Nada mas escuchar la voz a su lado, haciendo un esfuerzo sobre humano por no alterarse a causa del susto, cerró los ojos con pesadez y resignación, antes de volverlos a abrir para mirar por el rabillo del ojo al que parecía ser el chico que se había dirijido a ella.
Tenía el pelo negro, revuelto, y con algun que otro reflejo verdoso. Pero lo que mas le llamó la atención fue el skate que llevaba en su mano.
Así que comopartían pasión...
Seguramente lo habría visto alguna vez por el club de deportes urbanos, pero no le había prestado la suficiente atención como para que ahora le resultara familiar.
Suspiró y volvió a posar la mirada hacia el frente. Aquel día no tenía ganas de moverse mucho, le faltaban las energias, así que por el momento pasaría por alto el asco que le producía el tener ni mas ni menos que a un chico a su lado.
Eso si, a la mínima que la molestara mas de lo debido...
-Buenos dias...- saludó entonces en un tono de voz monótono e inexpresivo, mientras tomaba un sorbo mas a su té, sin ganas de iniciar una conversación.

La chica me saludo con un tono inexpresivo, al parecer no estaba triste, solo dormida, estaba bebiendo té, y al parecer se fijo en mi skate, no se si porque le gustaba el dibujo o porque hacia skate.

Me acerque a la mesa mas cercana y coji asiento, dejando el skate debajo de mi silla.


Toma asiento, es mas comodo que esta de pie- dije sonriendo hacia la chica.

Y le sonrió. Y le dio asco.
Todos, absolutamente todos los tíos se mostraban simpáticos ante una chica guapa. Fueran todo lo energúmeno que fueran. Fueran la peor persona del universo. Todos eran igual de predecibles.
Lo miró por el rabillo del ojo hasta que desapareció de su vista, y supuso que se había sentado en una silla al escuchar el ruido de esta.
-No voy a sentarme- añadió al final, sencillamente, brusca y seca, casi borde y mostrando todo el asco que sentía en aquellas cuatro simples palabras. Y cuanto mas desafiante-. ¿Qué te importa?- no pudo dejar escapar entonces, mostrando también todo lo anterior aunque maldiciéndose a si misma por lo bajo puesto que aquello podría significar en inicio de una conversación.
Lo que le faltaba...

la chica le respondio totalmente borde y brusca, casi mostrando asco, al parecer le molestaba que estuviera alli, despues me pregunto que que me importaba, eso ya si mostraba mas asco y mas bordemente


Haz lo que te de la gana, asi no me extraña que estuvieras aqui sola...yan no se puede ser educado aqui


Tras eso, puse la silla de modoque quedara de frente a la cristaleram mirando los jardines y mas a lo lejos el bosque

Cerró los ojos volviendo a suspirar largamente, ya menos a la defensiva al ver que al parecer ya se había llevado una mala impresión suya, la acertada, de hecho, y que con suerte la dejaría en paz, al fin.
-Exacto...- no supo decir otra cosa, antes de volver a tomar unos cuantos tragos de su taza de té, quizás demasiado dulce.
Cuando escuchó el ruido de una silla moverse a sus espaldas, giró levemente la cabeza forzando a la par un poco la vista para mirar de reojo al chico, que se había puesto mirando a la cristalera tras la que ella estaba.
Le molestaba estar en el campo de visión de los demás, así que por estúpida que resultara la manía dio media vuelta para sentarse en una silla mas por detrás del chico.
Sin motivo aparente, y no le importaba qué pudiera pensar de ella el chico.