·Club:
De natación.

·Historia:

Proviene de una familia normal, los cuales la mandaron al instituto como ellos le llamaban aunque para ella era más bien un internado. Como todo el primer año siempre es difícil, pero cuando te acostumbras al lugar hasta te "gusta" y aunque suene extraño ella era una de las pocas personas que no se marchaban en vacaciones a su casa.

El porque era simple, porque para ella ya estaba en casa. Y aunque no le agradase demasiado llamar a este lugar así era mejor que donde estaban sus padres. Es difícil de entender así que lo contaré desde el principio.

Cuando llegó el verano del primer año que ella estaba aquí sus padres le dieron la noticia. Se separaban, ¿porque? se preguntó durante todo el verano pero pronto le llegó la respuesta su madre estaba con otro hombre y su padre con otra mujer. Y ella ya no encajaba en ninguna de las dos familias.
Al año siguiente estaría medio verano con su madre y la otra mitad con su padre pero no fue así sus padres ya por separado ya habían echo su propia familia, nueva familia en la que ella no pintaba nada por lo que dos semanas después de comenzar el verano volvió a la escuela. Y fue hay cuando un día recibió un correo que era muy extraño y que parecía un timo, el porque muy fácil se ponía simplemente la pantalla en negro y ya estaba. Al ver eso salió de allí y cerró la tapa de su ordenador portátil y se puso a dormir.

Pocos días después recibió el correo de nuevo pero esta vez la mandaba al sótano. Un espejo, tenía que encontrarlo, seguramente sería una perdida de tiempo pero lo hizo igual. Cuando quiso darse cuenta estaba flotando en una especie de mar o algo parecido que la dejaba suspendida en el aire. Extendió los brazos y cerró los ojos no sabía que pasaba, por su mente pasaron todas las imágenes de su antigua familia rota, unas lágrimas brotaron por sus ojos que ni se molestó en limpiar. Sabía que si debía morir en algún momento porque no en ese. Cuando abrió los ojos y estaba en su escuela de nuevo? No... esa no era su escuela, no al menos la misma en la que ella había estado no hacía más de diez minutos. El cielo carmesí que hacía preguntarse si eso era real, el lugar tan igual y a la vez tan distinto, tan... como diría su padre fantástico. Era algo extremecedor ese lugar más no tardó mucho en comenzar a andar cuando se paró de golpe, esa no era ella, cabello blanco, cuerpo mas estilizado y su voz? no se atrevió a pronunciar palabra alguna no por el momento. Caminó hasta lo que en principio debería ser la entrada de su cuarto, y como estaño que pareciera hay estaba, cuando se disponía a abrirlo alguien le interrumpió.

"Perdona, puedo ayudarte?" Sonaba igual que la tutora, ella negó con la cabeza con la esperanza de que la dejase, pero no fue así ella siguió hablando.
"¿Cual es tu nombre?" No dudó demasiado, le gustaba mucho ese nombre por lo que temerosa de que en parte supieran que era ella pronunció las palabras "Isobell, mi nombre es Isobell" Pronunció como esperaba su voz había cambiado un poco. Sonrió satisfecha sabía que podía posarse lo muy bien en ese lugar.

Ahora en la actualidad sigue yendo a ese mundo del espejo, sin que nadie lo sepa. Es como una pequeña manera de escape a la realidad absurda que era su vida como Azmaria.